La promesa de futuro matrimonio que se hacen entre sí los novios se conoce con el nombre de esponsales.
En la doctrina las notas particulares coinciden en afirmar que constituyen los esponsales “la promesa hecha por ambas partes de futuro matrimonio, libremente expresada por un signo sensible, entre personas determinadas y hábiles en Derecho”.
Según el artículo 42 de nuestro Código Civil:
La promesa de matrimonio no produce obligación de contraerlo ni de cumplir lo que se hubiere estipulado para el supuesto de su no celebración.
No se admitirá a trámite la demanda en que se pretenda su cumplimiento.
Por otro lado, el artículo 43 de nuestro Código Civil establece:
El incumplimiento sin causa de la promesa cierta de matrimonio hecha por persona mayor de edad o por menor emancipado sólo producirá la obligación de resarcir a la otra parte de los gastos hechos y las obligaciones contraídas en consideración al matrimonio prometido.
Esta acción caducará al año contado desde el día de la negativa a la celebración del matrimonio.